martes, 13 de mayo de 2025

RAÍCES ANCESTRALES


Cascada / Foto Arat

Con este nombre referenciamos la muestra del artista Efraín Rengifo, que cuenta con 68 obras que retratan la cotidianidad, las costumbres y la riqueza de nuestra cultura rural.  La exposición ocupa dos pisos del instituto de cultura de Cajicá (Cundinamarca).

Rengifo nace en 1967  en Venadillo, Tolima, Colombia, comienza a recibir sus primeras clases de dibujo por correspondencia. Su educación teórica es principalmente autodidacta. Las influencias para sus creaciones provienen de experiencias en pequeñas localidades, ferias y celebraciones, así como de las duras tareas de su infancia en el campo y de una adolescencia ingenua. Sus trabajos reflejan claramente la esencia de su "Arte Ingenuo".

El primitivismo artístico, que también se conoce como arte naïf o arte ingenuo, es un que se distingue por su apariencia infantil, tonos vivos, formas sencillas y la ausencia de perspectiva. Este movimiento toma inspiración de la cultura popular, los íconos, los signos comerciales y las tradiciones rurales.

El primitivismo artístico se caracteriza por:

Ingenuidad: las obras suelen ser creadas por artistas autodidactas, sin formación académica, que expresan su visión del mundo de forma espontánea e intuitiva.
Simplicidad: Las formas son simples, con un enfoque mínimo en la perspectiva y la anatomía, lo que otorga a las obras un aire infantil.
Colores vivos: Se utilizan colores brillantes y llamativos para crear un efecto visual impactante. Temáticas cotidianas: Las obras ilustran frecuentemente escenas de la vida diaria, la naturaleza y el entorno rural.
El primitivismo artístico se ve como un movimiento que desafiaba las reglas y estándares del arte occidental, buscando autenticidad y espontaneidad en la manera de crear.
La forma: La pintura ingenua es derroche de colores, simplificación de imágenes, anulación de perspectivas, recuadros de Gauguin, retratos populares.
Los cultivadores de este género son casi siempre personas sencillas, autodidactas, entregadas a su arte con franqueza, con amor, con dedicación.
Que sea este el momento para hacer un reconocimiento público a esta expresión no valorada suficientemente en muestro medio, tal vez por su misma sencillez, reconocida y aclamada en otros países.

Barrio Belén Bogotá 1985

Reconociendo Arroz 


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